La historia de la inmigración italiana en México empezó en los tiempos del Imperio español, pero la mayor parte de la inmigración italiana a México ocurrió hacia fines del siglo XIX. Los primeros italianos que llegaron al suelo mexicano fueron los frailes franciscanos y dominicos que acompañaron a los religiosos españoles en la conquista de las tierras americanas. Después de las guerras napoleónicas empezó en Italia el fenómeno de la "emigración de masa" y algunos italianos se trasladaron a México. Estos primeros emigrantes italianos procedían principalmente del Norte de Italia.1 Se asentaron principalmente en Zentla (Veracruz) (que fue el primer pueblo italiano en México y posteriormente al pueblo vecino de Tepatlaxco como segundo pueblo italiano en México2 ), Mazatepec, Tetelas y Chipilo (Puebla), Barreto (Morelos), Lombardía, Nueva Italia y Apatzingán (Michoacán), Aldana (Distrito Federal), Ciudad Altamirano y Chilpancingo (Guerrero), Monterrey (Nuevo León), Cuautitlán, El Oro, Valle de Bravo, Luvianos y Tejupilco (Edomex) y Ciudad del Maíz (San Luis Potosí).
México es el único país de Hispanoamérica donde se habla una lengua italiana. En Chipilo la gente conserva el idioma véneto como lengua de uso común desde 1902 y que forma parte del patrimonio cultural mexicano. Esta lengua es motivo de estudio para muchos lingüistas que se sorprenden de la riqueza lingüística de México respecto a otras lenguas que no son el español o las lenguas indígenas.
En 2010 había 15.902 ciudadanos con pasaporte italiano,[cita requerida] dispersos por todo el territorio nacional. La inmigración italiana en México no ha sido tan grande como en Brasil, Argentina y Uruguay, sin embargo se estima que aproximadamente trece millones de mexicanos tiene ascendencia italiana, sin contar a los descendientes mezclados. Existen algunas localidades con más de un 90% de descendientes directos de italianos, como son Chipilo, Gutiérrez Zamora, Zentla, Barreto, Giovannetti, Melchior y Lombardía.
Las relaciones entre Italia y México tienen raíces antiguas. Desde el tiempo de la Conquista y la colonización, no faltaron figuras de italianos que vivieron en este país y dejaron las huellas de su misión. Giovanni Bautista Schiapapria mejor conocido por su nombre castellanizado de Juan Bautista de Chapa, fue uno de los primeros pobladores del Nuevo Reyno de León, escribió una extensa e interesante narrativa de la vida y acontecimientos en dicho reino, además de dar origen y perpetrar el apellido "Chapa" entre sus descendientes que son bastante numerosos, principalmente en Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y sur de Texas. Giovanni Paoli, originario de Brescia, introdujo el arte de la imprenta en México y Estados Unidos en la primera mitad del siglo XVI. En Veracruz se admiran todavía las imponentes estructuras del fuerte de San Juan de Ulúa, proyectado y construido por el arquitecto militar Giovanbattista Antonelli. En los siglos coloniales numerosos misioneros se establecieron en el Norte, para evangelizar y explorar la parte del continente americano que se asoma al Pacífico. Basta citar al padre trentino Eusebio Francisco Chino, geógrafo y explorador que demostró que Baja California es una península; y a Giovanni María Salvaterra, misionero en California, fundador de colegios y provincias de su Orden en México. Durante el siglo XIX, una serie de militares italianos vinieron a México a combatir al amparo de la Bandera de los insurgentes, como Vincenzo Filisola de Potenza, que participó en la guerra de independencia y fue el primer oficial patriota en entrar en la capital el 24 de septiembre de 1821. Otro combatiente que llegó a las jerarquías más altas del ejército mexicano fue el conde Giuseppe Stavoli di Parma, sobreviviente de las guerras napoleónicas.3
Manuel Lombardini; presidente mexicano, descendiente de inmigrantes italianos.
México necesitaba inmigrantes para repoblar al país después de su independencia. Entonces se iniciaron campañas de apertura a la inmigración europea, pero debido a los movimientos armados del país se rechazó la propuesta de aceptar españoles, franceses, británicos y angloamericanos. La única opción que tenía México eran los italianos, austriacos y suizos. Los liberales aprobaron la política de fundar colonias italianas en territorio mexicano, pero se pusieron muchas condiciones: se aceptaron sólo aquellos ciudadanos que tuvieran dominio del trabajo agrícola y ganadero, que fueran cristianos (católicos), fuertes y sanos. Se quiso evitar una inmigración masiva e intentos de reconquista europea del territorio nacional.
Los italianos eran considerados por el gobierno mexicano como los menos peligrosos (o menos malos).4 El 16 de febrero de 1854 se firmó el primer decreto sobre inmigración en México, y doscientcisos colonos vénetos, lombardos y piamonteses se establecieron en Papantla (Veracruz), donde fueron defraudados por las autoridades locales después de una larga travesía de Génova hacia el Puerto de Veracruz. Ya afincados en suelo veracruzano, se estudió su comportamiento y su adaptación, buscando así la apertura de nuevas colonias de inmigrantes italianos. La colonia de Gutiérrez Zamora fue la primera que se consolidó como un excelente proyecto de inmigración, que se repitió en otros estados del país.
Los italianos y portugueses iniciaron su experiencia a finales de 1790 hacia la Nueva España y fueron los extranjeros que respetaron las reformas borbónicas mostrando lealtad al rey de España y sus colonias, un período caracterizado por una más general diáspora italiana en las Américas (en virtud de las presiones de la transformación económica y el proceso de unificación italiana en un Estado-nación en 1861), y el establecimiento de comunidades, principalmente en el centro y al occidente de México.
Sólo alrededor de 3.000 italianos emigraron a México durante este período, y al menos la tercera parte de ellos regresaron a Italia, o transmigraron hacia los Estados Unidos a causa de conflictos bélicos e internos del país. Posteriormente llegaron nuevas comunidades pero en menor escala.5
Aunque hubo una pequeña inmigración burguesa durante la colonia (en la que vino la familia de Manuel Lombardini, Presidente de México en 1853), la mayoría de los italianos que vinieron a México eran agricultores o trabajadores agrícolas de los distritos del norte mexicano. La mayoría de estos inmigrantes procedieron del norte de Italia, especialmente desde el nordeste de las regiones de Véneto, Lombardía, Trentino-Alto Adigio, Lacio, Toscana y Sicilia.6 Otros llegaron en las primeras décadas del siglo XX, incluidos muchos del sur de Italia.
El aporte de la comunidad italiana en esas décadas se manifestó en muchas áreas: en el campo de las Bellas Artes se recuerdan pintores como Eugenio Landesio, milanés, que enseñó en la Academia de San Carlos, además de Francesco Saverio Cavallari, oriundo de Palermo y profesor de la misma Academia; en arquitectura durante los primeros años del siglo XX trabajaron en México el arq. Silvio Contri, que hizo el edificio de la Secretaría de Transportes y el ferrarés Adamo Boari, a quien se deben el gran Palacio de Bellas Artes y el edificio de Correos en Ciudad de México.
Un número importante de colonos italianos, que llegaron a finales de 1800 y principios de 1900, recibió donaciones de tierras de parte del gobierno mexicano con las que crearon importantes colonias agrícolas como Nueva Italia y Zentla:
En efecto, en 1885 llegó a México Dante Cusi, nacido en Brescia en 1848 que, junto con Luis Brioschi, lombardo, se trasladó a Apatzingán (Michoacán) donde compró tierras baldías (terrenos nacionales incultos) y organizó dos grandes colonias agrícolas parecidas a las cooperativas agrícolas italianas: Hacienda Lombardía y Hacienda Nueva Italia. “Por 40 años, éstas fueron el modelo de colonización agrícola en México; desafortunadamente fueron desmembradas en tiempo de la reforma agraria del Presidente Cárdenas.
Los italianos en el siglo XX
Cementerio de italianos en la Ciudad de México construido en 1900.
Inmigrantes italianos en Monterrey (1905).
Los italianos emigraron a Chipilo en 1882, debido a las inundaciones que hubo en Véneto por el río Piave se anegaron algunos pueblos de la provincia de Belluno, fueron invitados a establecerse en México aprovechando su desgracia. Casi 3,000 colonos italianos se asentaron en esta localidad, donde todavía hoy se habla el dialecto veneciano de esos primeros colonos. La ciudad ahora cuenta con 4.000 habitantes y está siendo hermanada con una ciudad (Segusino) de la Región del Veneto.10
Los italianos de Chipilo son famosos en Italia por una batalla del Monte Grappa que hicieron en favor del presidente Carranza de México en 1917. Un centenar de ellos lograron rechazar el ataque del revolucionario Emiliano Zapata, que con 4.000 soldados trató de arrasar el pueblo de Chipilo. El entonces Presidente de México Venustiano Carranza nombró «general» Giacomo Berra, el jefe de los italianos de Chipilo, por esta victoria que fue celebrada también por la prensa del Reino de Italia11
Existen también asentamientos de familias chipileñas en otras zonas del país, como en el estado de Guanajuato (Irapuato, San Miguel de Allende) y Querétaro, que han continuado en su mayoría manteniendo la lengua véneta trabajando en la industria agropecuaria.12
Los Italo-mexicanos constituyen en México una minoría étnica no reconocida oficialmente, que presenta rasgos etnoculturales propios y distintivos. Actualmente en México hay 39 apellidos italo-mexicanos con mucha presencia: Bagatella, Barbisán, Berra, Bernardi, Bortolini, Bortolotti, Bronca, Compean Colombo, Crivelli, Croda, Desideri, Dossetti, Furio, Galeazzi, Lavazzi, Lomeli (Lomellini-Lomelin), Nanni, Martini, Mazzocco, Merlo, Minutti, Mioni, Montagner, Orlansino, Piloni, Précoma, Pelagio, Romeró, Salvatori, Scotto, Sebenello, Simoni, Spezzia, Stefanoni, Toto, Vanzzini, Zago, Zanella y Zecchinelli, Zilli. Otros, como Melo, Chiunti, Facinetto, Chicatti (Chicatto) y Zumpano tienen comparativamente pocos portadores en la comunidad. En la Huasteca Potosina, podemos encontrar familias con historia italina, como son los Cernichiaro (Charnichart), Mileo, Vizzeu, Giudiche(yudiche), Faticati, Furiatti, Florenzano;Jannuzzi, Zanatta, entre otros.
Parte de la influencia de la cultura italiana de Chipilo, Puebla se ve reflejada, aparte de los productos lácteos que han dado renombre a la comunidad, en la creación de franquicias del «Italian Coffee Company», la heladería italiana «Topolino» (Ratoncito), y la cadena de muebles fabricados en Chipilo llamada «Segusino».
En el siglo XX los italo-mexicanos se han integrado a la cultura local sin olvidar sus raíces ancestrales y lengua. La presencia es destacada: por ejemplo, la madre del ex-presidente de México Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) es de ascendencia italiana y la familia de Sasha Rionda es originaria del Piemonte. En Nuevo León hubo importantes comunidades italianas de diversas regiones del país, los sicilianos destacaron en comercio y la industria de la construcción, en la ciudad de Monterrey se levantó un monumento a los inmigrantes italianos el cual año con año es homenajeado conjuntamente con el alcalde regiomontano.
Algunos de sus descendientes de italianos se involucraron en el narcotráfico hacia los Estados Unidos porque tenían contactos y familiares en aquel país, entre los más renombrados fueron los del Cartel del Golfo y la Familia Michoacana.
Comunidad italiana en el siglo XXI
El guerrerense Rodolfo Neri Vela, primer astronauta mexicano de la NASA cuyos antecesores son italianos.
Hoy en día, muchos italo-mexicanos siguen residiendo en las ciudades fundadas por sus antepasados. Otras ciudades fundadas por inmigrantes italianos se encuentran en los estados de Veracruz Tepatlaxco Zentla Los Tigres13 ), Jalisco, San Luis Potosí, Tamaulipas y el Distrito Federal.
Si se llega a viajar a los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Nuevo León, Tamaulipas y Sinaloa, se puede notar que hay una gran porción de descendientes de italianos, resultado de la época de la emigración de franceses e italianos. Más pequeño, pero también notable, el número de italo-mexicanos que se establecieron en El Oro Estado de México, y en las Ex-Haciendas (hoy ciudades) de Nueva Italia y Lombardía (hoy en día de nombre Gabriel Zamora) en el estado de Michoacán: fueron ambas fundadas por Don Dante Cusi originario de Gambará, Brescia, y posteriormente habitadas por los seguidores de Don Dante que emigraron de Italia (quienes ayudaron en los trabajos agrícolas altamente especializados y avanzados en su época, junto con la gente local).
Hoy en día el manejo de las tierras michoacanas por los Cusi sigue siendo objeto de estudio en Universidades Inglesas. Playa del Carmen, Mahahual y Cancún en el estado de Quintana Roo también han recibido una notable cantidad de inmigrantes de Italia.
Se calcula que aproximadamente 8.850.000 mexicanos tienen ascendencia italiana[cita requerida] y entre ellos se encuentra una comunidad de alrededor de 25.000 personas que poseen pasaporte italiano y que hablan el italiano o algún dialecto de Italia. Hay que precisar que el estudioso Antonio Peconi afirma que habría que sumar unos 800 mil descendientes más a las personas de ascendencia italiana ya que hay que agregar todos los hijos ilegítimos que tuvieron los emigrantes italianos desde los tiempos de la colonia (especialmente con mujeres indígenas y mestizas, que no reportaban oficialmente la paternidad). O sea que probablemente los mexicanos con raíces italianas son más de un millón cien mil actualmente (casi el 1% de la población total de México en el 2010)14
La gran mayoría de los italo-mexicanos ha alcanzado un alto nivel social en la actual sociedad mexicana. Uno de los más conocidos es Daniel Mastretta, creador del primer carro deportivo hecho y diseñado en México industrialmente: el Mastretta MXT.
Los nuevos inmigrantes italianos de las últimos años se han asentado especialmente en centros turísticos como la Riviera Maya, la Península de Baja California, Puerto Vallarta, Cancún y otras localidades, donde han adquirido vivienda y han generado fuentes de empleo como restaurantes, hoteles y centros de entretenimiento (como es el caso de Matamoros y Tampico, ambas ciudades importantes del estado de Tamaulipas).
Cultura italiana en México
La ensalada César, forma parte de la gastronomía bajacaliforniana.
La fiesta italiana de la Befana en Chipilo, Puebla.
La piñata llegó de Italia a la Nueva España.
La fiesta de la befana es una celebración chipiñeña que llegó procedente de Véneto Italia, es la celebración más conocida en la localidad, pero existen otras tradiciones típicas de Segusino que han rescatado entre los chipileños, como el juego de bolos, los cantos, y diversas tradiciones que practican los niños, así como celebraciones mexicanas que se han ido integrando a la cultura chipileña, tales como las posadas navideñas y las celebraciones del 15 y 16 de septiembre.
Eduardo Montagner Anguiano es un escritor mexicano nacido en Chipilo de Francisco Xavier Mina, estado de Puebla, México.15 Es un escritor de la lengua véneta y castellana; muy en especial de la variante de chipileño,16 sus obras literarias son parte de la literatura del siglo XXI de México y mantienen una identidad propia de la localidad poblana de Chipilo. Es licenciado en lingüística y fiel defensor de las lenguas minoritarias de México (enfocándose en partícular a la variante del chipileño).17
Dentro de la gastronomía de México existen muchos aportes de los alimentos traídos por los inmigrantes italianos. La ensalada César, forma parte de la gastronomía bajacaliforniana y tiene su origen en la cocina italiana que se ha completado con la otros inmigrantes. Los vinos también son parte importante de la cocina bajacalifornia, y la familia Cetto ha impulsado la industria vitivinícola en el Valle de Guadalupe conjuntamente con otros empresarios.
La artesanía piñatera mexicana ha llegado procedente de España y a su vez de Italia con una relación histórica que surgió en el viejo mundo, la tradición de romper piñatas en México nace con las posadas navideñas y se extiende la costumbre en los cumpleaños infantiles. Las piñatas son una amalgama de tradiciones sincretizadas venidas de diversas regiones del mundo, surge en China la tradicción,18 llega a Italia a través de Marco Polo, luego se extiende la costumbre por los frailes quienes la trajeron a la Nueva España por donde la costumbre se arraigó y adquirió una particularidad cristiana con raíces aztecas que hoy en día forma parte de las costumbres más comunes de México.
Comunidades italianas
Mastretta MXT diseño italiano, en México.
En efecto llegaron colonos italianos a Veracruz (Colonia Manuel González en Zentla y a tepatlaxco ), a Morelos (Colonia Porfirio Díaz), al D.F. (Colonia La Aldana), a San Luis Potosí (la Colonia Ciudad del Maíz) y a dos regiones de Puebla (en Mazatepec la Colonia Carlos Pacheco y en Chipilo la Colonia Fernández Leal). De todas éstas, la única que se mantiene sólida (con su idioma y costumbres) hasta hoy es la de Chipilo. Los otros colonos se disgregaron, se mezclaron y perdieron lengua, costumbres y demás rasgos distintivos.
Las comunidades italianas actualmente tienen varias estructuras sociales y culturales (como el "Istituto Italiano di Cultura", la "Dante Alighieri", las "Casas de Italia" y los "Círculos de emigrados").19 También cuentan con una revista altamente calificada, llamada "Punto d’Incontro" 20
Las principales comunidades italianas en México se distinguen por la región italiana de origen, siendo las del Veneto, Emilia-Romagna, Lazio, Lombardia, Lazio y Trentino las más numerosas.
Emiliano-romañoles
Los emiliano-romañoles son una comunidad que vive en México desde el siglo XIX. Su presencia es notable sobre todo en la industria, el turismo y los negocios. Su llegada se hizo desde la independencia de México; y al igual que otras comunidades se disgregaron en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara (Jalisco), Mazatlán (Sinaloa), Tampico, Matamoros, Veracruz, Monterrey, Puebla de Zaragoza, y Córdoba (Veracruz).
Latinos
Monumento del David, en honor a los inmigrantes italianos, en la Colonia Roma.
La Colonia Roma es un barrio de la Ciudad de México construido a partir de principios del siglo XX en una zona ubicada cerca del centro de la ciudad. La denominación que los capitalinos utilizan comúnmente como "Colonia Roma", es usada para designar lo que en realidad comprende dos grandes colonias. Aunque el ambiente y el diseño de los edificios de este lugar alude al afrancesamiento parisino, el nombre de la colonia alude a Roma, Italia.
Los latinos son una comunidad destacada de italianos que viven en México. Su presencia es notable sobre todo en la industria, el turismo y los negocios. Su llegada se produjo desde la independencia de México; y al igual que otras comunidades se disgregaron en ciudades como Ciudad de México, Cancún, Guadalajara, Puerto Vallarta, Matamoros, Monterrey, Puebla de Zaragoza, playa del Carmen y Mérida.
Lombardos
Los lombardos son una comunidad destacada entre los italianos que viven en México. Su presencia es notable sobre todo en la industria y los negocios. Su llegada se produjo desde la independencia de México, pero su mayor presencia se dio a principios de los años 70. Al igual que los trentinos y vénetos se disgregaron en ciudades como Lombardía, Nueva Italia, Morelia, Monterrey, Puebla de Zaragoza, Ciudad Altamirano, Chilpantzingo, Punta Colonett, Ensenada, Zamora, Irapuato, Matamoros y Mérida. Su principal centro de reunión viene siendo periódicamente la Ciudad de México.
Dante Cusi, fue el fundador de las Haciendas "La Lombardia" y la Nueva Italia en Michoacán (interconectadas por su propio servicio de ferrocarril traído pieza por pieza por él y sus hijos de Alemania), ambas Haciendas eran para su época muy modernas, contaban con Servicio Médico propio en ambos cascos de las mismas, Molinos movidos por la fuerza del agua para procesar el arroz, maquinaria moderna, talleres, empacadoras de arroz, once escuelas para los hijos de los trabajadores, iglesia, rastro higienico para porcesar carnes, también fue benefactor de hospitales en Morelia y Uruapan.
En Baja California los lambardos iniciaron la prodicción vitivinícola más ambiciosa en el Valle de Guadalupe, hoy en día los ascendientes de lombardos son importantes productores de vinos blancos y tintos con calidad de exportación hacia el mercado los Estados Unidos, Europa y América Central.
Piamonteses
Los piamonteses son una comunidad que vive en México desde el siglo XIX, sin duda alguna, la colonia fundada por Piamonteses fue llamada La Estanzuela, en le municipio de Cocula, estado de Jalisco. Dicha colonia piamontesa fue eminentemente agrícola y productora de lácteos.
Su presencia es notable sobre todo en la industria, el turismo y los negocios. Su llegada se hizo desde la independencia de México; y al igual que otras comunidades se disgregaron en ciudades como Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, Ciudad del Carmen, Villahermosa (Tabasco) y Córdoba (Veracruz).
Sicilianos
Los sicilianos son una comunidad que llegó a México proveniente de los Estados Unidos en 1868. Su presencia es notable sobre todo en la industria, el comercio, las artes y los negocios. Su llegada se produjo desde los Estados Unidos hacia el noreste de México. Al igual que otras comunidades se disgregaron en ciudades como Guadalajara, Mazatlán, Piedras Negras, Monterrey, Monclova, Saltillo, Matamoros, y Tampico.
Tiroleses
Arquitectura alpina italiana, en Valle de Bravo.
Los trentino-bolzaneses son una comunidad destacada entre los italianos que en viven en México. Su presencia es notable sobre todo en la educación y los negocios. Su llegada se produjo desde la independencia de México, pero su mayor presencia se dio a principios de los años 70. Entre ellos hubo algunos de lengua alemana (dialecto tirolés austríaco). Se establecieron principalmente en Zentla21 y en ciudades como Toluca, Mazatlán, Irapuato, Monterrey, Ensenada, Mérida. Su principal centro de reunión, donde se congregan periódicamente, es en la Ciudad de México.
Los trentinos fundaron la "Colonia Manuel González", en el estado de Veracruz y en ella prosperaron en el ganado, la producción forrajera y productos lácteos de gran calidad.
Otro caso fue la fundación de la colonia Diez Gutiérrez cercana a la Ciudad del Maíz en la Huasteca Potosina. La mayoría de estos emigrantes llegaron de la parte Trentina del norte de Italia y el Tirol Austriaco, dándole a esta colonia un legado especial como la única colonia "Austro-Italiana" en el mundo. Existe nexos con los Trentini nel Mondo que poco a poco van descubriendo la trágica historia de esta colonia que sufrió mucho a manos de guerrilleros en la Revolución, hoy en día la colonia cuenta con menos de 200 personas pero miles al rededor de México, en especial en la ciudad de San Luis Potosí y en el estado de Tamaulipas. Hay planes turísticos para esta zona encabezados por Don Rene Altschuler, descendiente de estos emigrantes Tiroleses.
Vénetos
Los vénetos son una comunidad numerosa en México. Su presencia es notable sobre todo en la industria, los negocios y el turismo. Su llegada se produjo desde la independencia de México, pero su presencia masiva se dio a principios de 1912. Al igual que los trentinos y lombardos se disgregaron en ciudades como Puebla de Zaragoza, Huatusco, Irapuato, Córdoba, Xalapa y la Ciudad de México. Principalmente los vénetos originarios de Segusino22 fundaron Chipilo de Francisco Xavier Mina (que en los primeros veinte años fue llamado Colonia Fernández Leal): esta ciudad era un experimento del gobierno mexicano con población exclusiva de colonos extranjeros.
Los inmigrantes vénetos vinieron a México en busca de tierras fértiles y huyendo de la pobreza que azotaba la región del Véneto en esa época, a causa de los desastres naturales. La gran mayoría de los vénetos se dedicaron a la ganadería, la siembra de pasturas o forrajes y la elaboración de productos lácteos: gracias a todo esto se volvieron famosos en muchos lugares de México.
Los vénetos de Chipilo en el pasado se han caracterizado por un vínculo profundo con el Reino de Italia, hasta el punto de llamar "Monte Grappa" una colina sobre la ciudad (durante la Batalla de Chipilo) donde los emigrantes italianos participaron en una feroz batalla contra la revolución: ahí defendieron heroicamente el suelo que el gobierno de Porfirio Díaz les había otorgado.
El 25 de enero de 1917, cien chipileños armados defendieron su tierra contra cerca de cuatro mil revolucionarios de Emiliano Zapata, refugiándose en el cerro llamado "Monte Grappa": El presidente Venustiano Carranza de México nombró "general" a Giacopo Berra, como jefe de Chipilo en lengua italiana. Este nombramiento ocurrió después de la batalla y fue publicado por la prensa italiana, siendo reconocido por el Reino de Italia durante el fascismo.
Existen también asentamientos de familias vénetas chipileñas en otras zonas del país, como en Veracruz, Morelos, Guanajuato y Querétaro, que han continuado en su mayoría manteniendo la lengua véneta y trabajando en la industria agropecuaria. Otros asentamientos vénetos fueron en los ranchos de Cuautitlán y en Teoloyucan, Estado de México.
FUENTE : (http://es.wikipedia.org)
Puros cuentos y mentiras, no proporciona ninguna fuente verificable para corroborar lo que afirma; son solo cuentos que se le ocurre inventar a esta persona. Lo único cierto es la familia italiana que puso la empresa de lácteos en Chipilo, Puebla y la otra familia en La Nueva Italia en Michoacán. Incluso ignora que hay otra familia de origen Italiano en Veracruz, los Gasperín, que se han dedicado a la grilla política con el PRI y a lavar dinero del narco en sus plantaciones de piña, y en ajustes de cuentas ya mataron a dos de los Gasperín por quedarse con dinero de los narcos.
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